¿Te encuentras más irritable de lo habitual últimamente? ¿Tienes la sensación de que constantemente haces tareas y asumes responsabilidades que no te corresponden? ¿Te resulta difícil entender ciertas actitudes ajenas?
Lo cierto es que estos síntomas, son un motivo de consulta cada vez más frecuente. Ya sea a nivel personal, familiar o laboral, encontramos una tendencia creciente a dejar pasar actitudes que nos desagradan. Les restamos importancia bajo la creencia de que no se repetirá o que, en algún momento, alguien se dará cuenta de que esa situación es injusta. Sin embargo, se vuelve a repetir una y otra vez.
Sin darnos cuenta, nos convertimos en nuestros propios verdugos. Y es que, lo que no se dice a tiempo, a menudo resulta difícil comunicarlo con serenidad cuando ya el vaso está demasiado lleno. La sensación de incomprensión deja paso a la hostilidad de quien no entiende por qué ciertos temas no se abordan como es debido.
Racionalmente, parece una tarea sencilla ¿verdad? Si todo el problema es que debo poner límites o comunicar lo que necesito o creo que no tengo que hacer, pues… tan fácil como decirlo a quien corresponda. Habrá quien diga: “internet está plagado de técnicas de comunicación para facilitar esta tarea”. ¡Pero no! La realidad es otra.
Gestionar todo lo mencionado, conlleva trabajar las creencias y pensamientos que nos han llevado a mantener la situación actual. Sólo trabajando la seguridad en el cambio y en lo que estamos haciendo, seremos capaces de implementar las habilidades sociales de las que tanto se habla.
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Rocío Jover | Psicóloga