– Sí, buenos días. Tomaré media tostada con tomate y queso fresco, un zumo de naranja y un café solo. Gracias.

– ¡Madre mía, no me lo puedo creer! ¿Eres tú? Eres tú. Milagros Serra Castilla.

– ¡Madre mía! Irene Sierra Vázquez. ¿Cuánto hace? ¿Desde el instituto?

– Pues creo que sí. Luego ya perdimos el contacto. Chica, estás estupenda. ¿Quién diría que eres la misma Milagros Serra Castilla?

– Anda, siéntate a mi lado, como en el cole, y pongámonos al día. Por cierto, sigo odiando que me llamen Milagros. ¿Qué te pido?

– Ja, ja, ja. Está bien, Mila. No, no me pidas nada. Yo no desayuno. Como puedes ver, no me hace falta.

– ¿Cómo que no te hace falta?. Será una broma. Desayunar es imprescindible.

– Mira, si yo me metiera entre pecho y espalda ese desayuno, en lugar de 30 kilos me sobrarían 40.

– Veo que sigues igual de exagerada que siempre. Yo no te veo tan mal. Algún kilo te sobra, cierto, pero no 30.

– 30 como mínimo. Para tener un IMC de 25. ¿Sabes lo que es el IMC?

– Índice de masa corporal. Lo sé perfectamente. Si recuerdas, yo era la gordita de la clase.

– Sí, sí, lo recuerdo. Por eso odias que te llamen Milagros. Recuerdo los comentarios: “Es un milagro que no rompa la silla, es un milagro que quepa por la puerta”… ¡Ay, perdona!, no quería molestarte.

– No, tranquila. No te preocupes. Lo tengo superado.

– No hace falta que lo digas. Ya te digo, estás estupenda. Dime cuál es tu dieta. Yo las he probado todas, hasta la del cucurucho.

– La verdad es que no sigo una dieta como tal. Lo que he hecho ha sido aprender a comer, entenderlo y aplicarlo. Yo también probé todo: la Dunkan, la Atkins, la de la alcachofa, con endocrino, los batidos, las hierbas del herbolario, de la farmacia… Todo. Al principio perdía peso, pero luego lo recuperaba. Era una cuestión de hábitos.

– Sí, eso de los hábitos yo también me lo sé. Pero nada, no lo consigo.

– No he dicho que sea fácil. Busqué algo nuevo y distinto y encontré un sitio dónde un equipo de nutricionistas y psicólogos te explican y te guían. Fuerza de voluntad y motivación con conocimiento. No hay dieta, hay cambio de vida. Y bueno, lo que ves es el resultado.

– Un cambio radical, un… – ¿Milagro?

Autor: Oscar Cardenal – Nutricionista en Isabel Moya Psicólogos

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