Para los madrugadores, a las 7,30h comenzará su jornada laboral, de 9 a 14h, estarán en la escuela y luego, nada más acabar de comer, comenzará su jornada de padecimiento extraescolar; Los lunes y miércoles, de 17 a 18h, tocará inglés y después, de 18.30 a 19h, natación. Los martes y jueves, de 18.15 a 20h, tocará intensivo de conservatorio. Los viernes como “día libre” los niños “jugarán” yendo a fútbol o a ballet y los sábados por la mañana para para liquidar la semana irán a hípica.
Cada día, son más los padres que sobrecargan las agendas de sus hijos, desean que hagan más cosas, pero el tiempo que disponen los niños continúa siendo el mismo; colegios, tareas para casa, exámenes, comedor, la visita a los abuelos, fiestas de cumpleaños, etc. Esta «extracarga» puede llevar a los más pequeños a un exceso de agitación física, mental, nerviosismo, inatención, dispersión, o incluso a padecer estrés.
– ¡Un momento, agitación, nerviosismo, dispersión……! ¡Ahajá, ya lo entiendo, mi hijo tiene TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad)!
Según la Fundación Cantabria Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad o Fundación CADAH, actualmente, el TDAH es, junto a la alergia, la patología más frecuente en el niño, y, junto con otros trastornos psiquiátricos de identificación mejor definida, una de las patologías de mayor prevalencia.
Los últimos años, la cantidad de niños diagnosticados con TDAH ha ido aumentando significativamente. Esto ha generado un debate a nivel mundial, donde se ha llegado a decir que se trata de un trastorno generado por el estilo de vida moderno.
Más allá de la realidad del TDAH, muchos padres se preguntan:
-Entonces, ¿qué necesita mi hijo/a?
A veces, lo cierto, es que los niños necesitan algo mucho más simple, calma. La calma no consistirá en decirle al niño que se esté completamente quieto y portándose bien todo el rato. Hay padres que llegan a consulta apurados porque su niño no se mantiene pegado al sofá un par de horas seguidas viendo una película o relajado y quieto en la bañera de agua calentita… Mensaje directo para aquellos padres: “Tranquilos, es normal que los niños, la mayor parte del tiempo, deseen correr, moverse, jugar, explorar, incluso revelarse ante sus figuras de autoridad”. Por eso mismo, la calma vendrá de proporcionar herramientas para que aprendan a sosegar su mente, disminuir sus momentos de ansiedad, presentar atención al presente y a disfrutarlo.
Con el objetivo de lograr ese “estado de calma”, el mindfulness puede ser una herramienta muy útil. Esta actitud de “atención plena” consiste en centrarse en el momento presente, en el aquí y ahora, con curiosidad, sin ejercer juicios ni ningún tipo de valoración.
Así mismo, el mindfulness no solo tiene beneficios para sus practicantes adultos, sino que numerosos investigadores y expertos en el campo afirman que puede potenciar la memoria, mejorar la concentración, aumentar la capacidad de darse cuenta de las cosas, de ser consciente, disminuir la ansiedad, mejorar el autocontrol, potenciar la empatía y comprensión hacia los demás, desarrollar habilidades naturales de resolución de conflictos y mejorar de forma general la salud.
En Isabel Moya Psicólogos, queremos darte todas las herramientas para que tus hijos de 6 a 12 años puedan aprendan, paso a paso, qué es el mindfulness, para qué puede ayudarles y cómo se practica, permitiendo con ello una mayor tranquilidad y capacidad de la atención en ellos.
Próximamente, los viernes de 18h a 19h, Taller de Mindfulness: Practicando el aquí y ahora. Impartido por la psicóloga Jessica Muñoz Mendiola.
Infórmate llamándo al 965985127 o 605710487